Lo busca minuciosamente dando vueltas, repasa todos sus movimientos anteriores, retrocede en el tiempo analizando paso a paso; no puede ser que se haya extraviado, piensa; tan normal es para él tenerlo que le es impensable haberlo dejado un sólo instante en cualquier otro lado que no fuera colgado y bamboleante en su mano izquierda; imprescindible lo considera al punto de no dejarlo siquiera para ir al baño, como parte de su cuerpo lo llevaba hasta la cama, cómo es posible, se reprocha y sufre la ausencia; por todos los rincones de su habitación desparrama la desesperación frenética de la búsqueda infructuosa ,presiente lo peor mientras revuelva hasta los rincones más inverosímiles, bajo la cama sobre el ropero, detrás de las cortinas, en el balcón, colgado de la ducha, dentro de la cocina; desordena todo tras su paso una y otra vez por los mismos lugares, arroja las cosas que le estorban, las patea, turbado, desorientado y con una agitación que lo asfixia siente como de a poco las paredes comienzan a aprisionarlo; los sitios se reducen, lo encierran, le quitan el aire; la respiración se le acelera,palmo a palmo, como pulso que marca el ritmo de un desenlace inevitable; las sienes le laten, le duelen, los ojos inyectados le saltan, la lengua reseca se le hincha, los escalofríos sacuden el entendimiento, la visión se le nubla y un mareo comienza a confundir sus sentidos; sin embargo continúa, aunque cada vez más agotado, exhausto, tembloroso; apoya la espalda sudorosa contra los azulejos del baño, toma aire entrecortadamente; débil, impotente,con los puños apretados intenta reincorporarse; maldice, con sus últimas fuerzas lucha por erguirse, se toma del lavatorio, se mira al espejo;ve el despojo mientras se atraviesa sumergiéndonse; su contorno se diluye; imágenes conocidas se suceden, la habitación, las paredes, los objetos, la cocina, el baño, el espejo,su cuerpo tirado en el piso, el reloj en la mano derecha.
De antología de cuentos y poesías , premios autores de córdoba. 1998
